investigación - valeria luccioni
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El concepto de serie para mí está relacionado con la progresión,es decir implíca una relación entre la reiteración y el movimiento,conjugando espacio y tiempo a la vez.
Mi modus operandi en serie me permite profundizar paulatinamente la dinámica de mi investigación por medio del imaginario creado por el título y de la materia elegida como soporte para mi búsqueda,refiriéndome a lo que dice Henry Focillon en "Vie des formes".
Más allá de ello,la serialidad me permite subrayar la unión entre imagen y lenguaje,de hecho cada elemento de la serie puede ser considerado como declinación de una estructura articulada.
El aspecto en común a todas las series es la referencia al concepto de "corpus",evidenciando la unión entre arte y filosofía.
Como la idea de carne está vinculada a la imagen más allá de la desnudez,mi obra va desde la representación figurativa del cuerpo humano a la de la corporeidad interpretada también de una manera abstracta.
Las obras de esta serie son elaboraciones personales de la figura humana interpretada según una visión que privilegia el aspecto expresivo de las formas,evitando dibujarlas de manera canónica.
El cuerpo está deformado porque visto no como carne sino como algo espiritual,vibrante de una energía personal y desconocida.
Me refiero a una visión del cuerpo humano antecedente a la filosofía griega de Socrate y Platón que sostenían la supresión de la unidad entre cuerpo y alma;Homero en efecto afirmaba que el hombre es visible en su cuerpo.
Según la visión homérica el alma sin el cuerpo se vuelve simple apariencia,"έίδωλον".
Considerar la importancia de la historia de cada fragmento de cuerpo,revolucionar las proporciones canónicas para crear otras que sepan satisfacer las exigencias expresivas del cuerpo,quiere decir oponerse a la visión cartesiana que considera el cuerpo una máquina con leyes autónamas,una "res extensa",sometida a la voluntad deliberante de la mente,"res cogitans".
En las obras que pertenecen a esta serie, el gesto no se interpreta como resultado de mecanísmos fisiológicos sino como manifestación de dinámicas interiores,subrayando un sentido existencial que hace visible la carga intencional.
En la "Phénoménologie de la perception" el filósofo francés Merleau-Ponty habla del cuerpo como de una apertura originaria al mundo y afirma que la intencionalidad del mismo no se manifiesta en la posesión de las cosas,como pasa al intelecto,sino en la destinación al mundo en el cual se proyecta.
El gesto se representa como una trama de movimientos posibles,vagamente identificables,subrayando la intencionalidad del libre albedrío humano que elige continuamente entre infinitos actos posibles.
El cuerpo deviene el origen de todas las trascendencias y el espacio de la representación llega a ser el teatro de una inagotable potencialidad.
Usando la palabra "anatomía"quiero enfatizar el significado del término griego "ανατέμνω" del cual deriva y que quiere decir "seccionar", casi como si la mirada del pintor tanto como del observador,debe ser "quirúrgica", o sea ir a lo más profundo y ver más allá de las apariencias.
La obras presentadas en esta serie son visiones de la natura interpretada no como simple espacio inerte sino como "natura naturans",o sea algo vivo y para nada extraño al hombre.
Hablando de "anatomía escondida" me refiero a la analogía entre la estructura anatómica humana y la del arbol,elemento simbólico por excelencia que esconde,en sus formas,una evidente alusión al gesto humano,que está cargado con un fuerte valor expresivo.
El resultado es una manifestación de la importancia del gesto visto como potencial inagotable:la capacidad de adivinar el gesto humano en el contexto natural es preparatorio a la expresividad humana y a su capacidad de producir gestos.
La relación entre hombre y naturaleza se confirma en el gesto,en su capacidad de análisis y síntesis a la vez.
En esta serie las obras representadas quieren subrayar cómo la materia puede confundir el observador frente a la visión y reunir realidades sólo aparentemente antitéticas.
La visión trata de ser orgánica y el signo intenta sugerir diferentes perspectivas y realidades paralelas.
La aparente contradicción entre los términos escultura y carne, evidencia la continuidad entre la materia y el intento de una forma.
La "escultura de carne" aspira a una forma inusitada de costrucción de la figura que en realidad,en su ambigüedad,se solucciona en una abstracción permanente,con una conotación simbólica evidente.
En esta serie me propongo evidenciar,gracias a la presencia simbólica del oro, que el arte abstracto no está en las antípodas del arte figurativo,siendo el uno una declinación del otro y viceversa.
El abstracción es considerada una modalidad expresiva del arte figurativo,como sostenía el artista y musico Paul Klee en su "Unendliche Naturgeschichte" o sea en la complejidad de su génesis derivada y nunca contrapuesta.
El oro remite a los iconos antiguos,es decir al fondo luminoso y iridescente del cual emergía la figura sagrada,pero el sutil intento iconoclasta que se expresa en el contenido,remite a la paradoja aparente entre arte occidental y oriental,aunque en la incertitumbre de una breve citación.
El término "εικόνα" denominaba en griego la imagen por excelencia,el título de la serie entonces quiere subrayar cómo la imagen es algo figurativo y abstracto a la vez.
En estas obras,la profundidad no se opone a la superficie,sino la utiliza como si fuese una cualidad necesaria y suficiente para la misma dinámica de su expresión.
La profundidad del lienzo entonces emerge como un rastro visible en la superficie que casi resulta confundida con esa para reafirmar que no hay falta de continuidad en la totalidad de la visión sino una serie infinita de variaciones de materia y de perspectivas.
El concepto de desnudez es sugerido en su significado escondido, o sea no como exposición al mundo del cuerpo humano desnudo sino como lo que está detrás de las apariencias,lo que es profundo y esencial,lo que los antiguos griegos definían "αλήθεια".
GENIUS LOCI
Análisis y representación coinciden, por lo tanto, con la modalidad a través de la cual se puede comunicar la interioridad y con el símbolo a través del cual se pueden subrayar las peculiaridades; algo cambiante, según el estado de ánimo momentáneo, pero al mismo tiempo esencial porque constitutivo de la persona.
La obra se convierte en el genius loci del autor.